“El Señor quiso triturar a su siervo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación,
verá a sus descendientes, prolongará sus años y por medio de él prosperarán los designios del Señor.” (Isaías 53:10)
El tema principal de este vigésimo noveno domingo del tiempo ordinario describe el liderazgo como el servicio de sacrificio que se hace a otros por Dios como lo hizo Jesús como criterio de grandeza en el reino de Cristo.
Hablando bíblicamente, a lo largo de la historia, desde la época de la mítica Torre de Babel, la gente ha equiparado el liderazgo con la grandeza, con “subir a la cima” y “hacernos un nombre” (Génesis 11:4). Sin embargo, para Jesucristo, el liderazgo se basa en el servicio de sacrificio para que Dios cumpla la voluntad de Dios. Esta vocación divina y el llamado a los líderes al servicio sacrificial se pueden lograr solo si nos callamos para escuchar la enseñanza de Cristo repetida en medio de nosotros ... y luego, si miramos hacia adentro y permitimos que el Espíritu de la Verdad nos ayude a cerrar la brecha entre el llamado del Evangelio y la realidad de nuestra vida. Solo cuando cada uno de nosotros consienta en hacer este proceso, todos podremos crecer hacia esa grandeza de liderazgo que se expresa en el servicio sacrificado.
Como ilustración de la calidad del servicio al que llamó a sus discípulos, Jesús ofrece el ejemplo de sí mismo y dice: “… el que quiera ser grande entre ustedes será su servidor; el que quiera ser el primero entre ustedes será esclavo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”.
Dios no quiere que tengamos una relación de Transacción sino de Transformación. Por lo tanto, los discípulos cristianos dinámicos son aquellos que (1) CREEN, (2) CRECEN, (3) SIRVEN, (4) AMAN y (5) LIDERAN a otros a Jesús. Los temas de hoy se enfocan en el verdadero liderazgo como un servicio de sacrificio por Dios y todo como lo hizo el Siervo Sufriente, Cristo Jesús.
¿Cómo podemos ayudarnos unos a otros dando nuestras vidas en servicio amoroso a los demás con una sonrisa, bebiendo la copa de Jesús al entregar nuestras vidas en un servicio humilde y sacrificado por los demás como lo hizo Jesús?
Deseando a todos una semana bendita en el Señor.