“Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios" (Mateo 22:21).
El tema principal de este 29º Domingo del Tiempo Ordinario se centra en nuestras obligaciones para con Dios y nuestro país mediante la promoción del bien común. Si bien debemos ser fieles y leales a nuestro país, ser buenos ciudadanos para la paz, la estabilidad y los beneficios del bien común, debemos serlo mucho más con nuestro Dios, quien en última instancia supervisa toda la creación.
El bien común es "la suma total de condiciones sociales que permiten a las personas, ya sea como grupos o como individuos, alcanzar más plena y fácilmente su realización". El bien común concierne a la vida de todos y exige prudencia de cada uno, y más aún de quienes ejercen la autoridad (CCC #1906). Consta de tres elementos esenciales:
En primer lugar, el bien común presupone el respeto a la persona como tal (CCC #1907). En segundo lugar, el bien común requiere del bienestar social y del desarrollo del propio grupo (CCC #1908). Finalmente, el bien común requiere la paz, es decir, la estabilidad y seguridad de un orden justo (CCC #1909). Por lo tanto, es nuestra obligación para con Dios y con nuestro país promover el bien común.
Dios no quiere que tengamos una relación de Transacción sino de Transformación. Por lo tanto, los discípulos cristianos dinámicos son aquellos que (1) CREEN, (2) CRECEN, (3) SIRVEN, (4) AMAN y (5) CONDUCEN a otros a Jesús. El tema de hoy nos invita a cumplir con nuestras obligaciones para con Dios y con nuestro país promoviendo el bien común, a seguir más de cerca a Jesucristo, a arrepentirnos de nuestros pecados, a ejercer nuestra mayordomía cristiana, a usar nuestro tiempo, tesoro y talentos para amar a Dios. sobre todo y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, participando en las obras de misericordia, para cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas para glorificar a Dios.
¿Cómo podemos promover el bien común, participar activamente en la gestión de nuestro gobierno, elegir a los candidatos más idóneos, respetar y mantener las leyes y el bienestar de nuestro país, someternos a las autoridades civiles, desempeñar diversos ministerios de la parroquia sin violar las leyes y enseñanzas de Dios?