Después salió con ellos fuera de la ciudad, hacia un lugar cercano a Betania; levantando las manos, los bendijo, y mientras los bendecía, se fue apartando de ellos y elevándose al cielo. Ellos, después de adorarlo, regresaron a Jerusalén, llenos de gozo, y permanecían constantemente en el templo, alabando a Dios.” (Lucas 24:50-53)
El tema principal de esta Fiesta de la Ascensión del Señor se enfoca en la partida de Jesucristo al Padre celestial para que nos preparemos para la venida del Espíritu Santo en Pentecostés y para recibirlo el próximo domingo.
Cristo nos enseña que debe ir al Padre para que Él nos envíe el Espíritu Santo. La partida de Cristo causa gran ansiedad de separación a muchos discípulos. Sin embargo, es una necesidad que Jesús vaya al Padre porque, como explica Jesús, si Él no va, el Espíritu Santo no vendrá a nosotros, los discípulos. Jesús le habló una vez a María Magdalena: “Deja de aferrarte a mí, porque todavía no he subido al Padre. Pero ve a mis hermanos y diles: "Voy a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios" (Juan 20:17). Por lo tanto, debemos dejar ir a Jesús y apreciar todo lo que ha hecho por nosotros y desarrollar nuestra paciencia para esperar la llegada del Espíritu Santo.
La Ascensión de Jesús significa: (1) la victoria final de Cristo; (2) la finalización de la obra de Cristo; (3) su llegada a ser Señor y rey sobre todos los pueblos; y (4) su exaltación y glorificación final por el Padre. Después de la resurrección de entre los muertos, Jesús no es reconocido “formalmente” como el Salvador victorioso de todos. Todavía no ha sido glorificado como el Mesías, el Cristo. Es en la Ascensión que Jesús es “formalmente” glorificado y reconocido como nuestro Victorioso Señor y Salvador.
Dios no quiere que tengamos una relación de Transacción sino de Transformación. Por lo tanto, los discípulos cristianos dinámicos son aquellos que (1) CREEN, (2) CRECEN, (3) SERVEN, (4) AMAN y (5) GUIAN a otros a Jesús. El tema de hoy nos invita a apreciar lo que nuestro Cristo Ascendido y glorificado ha hecho por nosotros y a prepararnos para la venida del Espíritu Santo a renovar nuestra vida para glorificar a Dios.
¿Cómo podemos ayudarnos unos a otros a reconocer la victoria de Cristo resucitado Jesús ascendido al Padre todopoderoso en el cielo que siempre está listo para compartir su gloria con nosotros, ayudándonos a deshacernos de nuestro miedo al fracaso, a estar solos, despreciados, incomprendidos o a la muerte?