" “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo”. (Mateo 2:2)
El tema principal de esta Solemnidad de la Epifanía del Señor se centra en la aparición, la manifestación o la revelación de Dios encarnado en Jesucristo. También se la conoce como la “Teofanía” del Señor en la tradición cristiana oriental. La palabra “Epifanía” proviene del griego koiné “ἐπιφάνεια, epipháneia”, que significa “manifestación o apariencia”.
En el cristianismo occidental, esta fiesta conmemora principalmente (pero no únicamente) la visita de los reyes magos al Niño Jesús, por lo tanto, la manifestación física de Dios a los gentiles conocida como el "Día de los Reyes Magos". Por otro lado, los cristianos orientales conmemoran el “bautismo de Jesús” en el río Jordán como su manifestación al mundo como Hijo de Dios.
En el evento, la estrella de Belén había sido ocultada de estos reyes magos para que no tuvieran más remedio que preguntar a los judíos y así el nacimiento de Cristo Jesús sería manifiesto a todos. Por tanto, la Epifanía del Señor es la manifestación de Jesús como Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del Mundo para que los gentiles le adoren.
Estos reyes magos de Oriente representan las primicias de las culturas, religiones, naciones paganas que acogen la Buena Noticia de la encarnación de Cristo de la salvación y rinden homenaje al rey de todas las naciones. La venida de estos reyes magos significa que los gentiles no pueden descubrir a Jesús y adorarlo de otra manera, sino volviéndose a los judíos y recibiendo de ellos su promesa mesiánica, y así las multitudes de los gentiles entran en la familia de los patriarcas y adquieren la dignidad de ser como los israelitas.
La Epifanía del Señor es por tanto la gran fiesta de la fe que tanto los que ya han llegado a la fe como los que están en camino de llegar a ella, dando gracias a Dios por el don de la fe, arrodillados ante el Niño Jesús, conscientes de nuestra misión de la evangelización al mundo entero.
Dios no quiere que tengamos una relación de Transacción sino de Transformación. Por lo tanto, los discípulos cristianos dinámicos son aquellos que (1) CREEN, (2) CRECEN, (3) SIRVEN, (4) AMAN y (5) GUIAN a otros a Jesús. El tema de hoy nos invita a apreciar la Epifanía, manifestación o revelación de Dios en la encarnación de Jesucristo, quien nos trae la paz verdadera, invitándonos a arrepentirnos de nuestros pecados, a ejercer nuestra corresponsabilidad cristiana, a usar nuestro tiempo, tesoro y talentos para amar a Dios por encima de todos y a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, participando en las obras de misericordia, para cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas para glorificar a Dios.
¿Cómo podemos imitar y seguir la fe de los magos, manifestar y llevar a otros a Cristo para experimentar el amor incondicional, la misericordia, la compasión y el perdón de Dios?