"Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva." (1 Pedro 1:3)
El tema principal de este Domingo de la Divina Misericordia se enfoca en la infinita misericordia de Dios hacia nosotros pecadores, y nos invita a arrepentirnos de nuestros pecados, corregir nuestras vidas para recibir la isericordia compasiva de Dios para nuestra salvación.
El Domingo de la Divina Misericordia es una de las grandes fiestas de la Iglesia que se celebra el domingo después de Pascua. La oración de apertura de la Misa de hoy se dirige al Padre como "Dios de eterna misericordia".
La celebración de hoy se basa en nuestra devoción a la Divina Misericordia de Dios que Santa Faustina Kowalska, una hermana polaca de la congregación de las hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia relató en su diario como parte de su encuentro con nuestro Señor y Salvador Jesucristo y está asociada con las especiales promesas del Señor y las indulgencias de la Iglesia. El Señor le informa a Santa Faustina que, si hoy el alma va a hacer el sacramento de la confesión y recibe la Sagrada Comunión, esa persona obtendrá el perdón de Dios de todos sus pecados y la misericordia divina de Dios, lo que significa que esa persona iría inmediatamente después de la muerte al cielo. sin sufrir en el purgatorio.
Además, la Iglesia concederá la indulgencia plenaria, que es una remisión completa ante Dios de la pena temporal debida a los pecados cuya culpa ya ha sido perdonada, que el cristiano fiel debidamente dispuesto gana en determinadas condiciones prescritas por la acción de la Iglesia, el cual, como ministro de la redención, dispensa y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de todos los santos a los que participan de esta devoción.
Dios no quiere que tengamos una relación de Transacción sino de Transformación. Por lo tanto, los discípulos cristianos dinámicos son aquellos que (1) CREEN, (2) CRECEN, (3) SIRVEN, (4) AMAN y (5) GUIAN a otros a Jesús. El tema de hoy nos invita a apreciar, obtener y practicar la divina misericordia que Jesucristo ganó para nosotros, imitarlo y seguirlo más de cerca, arrepentirnos de nuestros pecados, ejercer nuestra mayordomía cristiana, usar nuestro tiempo, tesoro y talentos para amar a Dios sobre todo y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, participando en las obras de misericordia, cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas y glorificar a Dios.
¿Cómo podemos recibir y practicar la misericordia divina, las obras de misericordia corporales y espirituales?
Deseando a todos una muy feliz y bendecida temporada de Pascua