“Tú eres el Mesías” (Marcos 8:29).
El tema principal de este vigésimo cuarto domingo del tiempo ordinario se centra y explica la base de nuestra fe como la aceptación de Jesús como el Cristo esperado durante tanto tiempo, el Hijo del Dios viviente y nuestro Señor que se convierte en nuestro Salvador por su total obediencia para cumplir la voluntad del Padre, sufriendo gran sufrimiento, muerte y resurrección por nosotros. Las lecturas describen las tres condiciones del auténtico discipulado cristiano, a saber: (1) negarse a sí mismo, (2) tomar la cruz y (3) seguir a Jesús, imitándolo y conforme a sus enseñanzas y guía.
Nuestro Señor Jesús viene a nuestro mundo precisamente para romper nuestras preconcepciones erróneas de la realidad, para defraudar las expectativas populares y para conmocionar la mentalidad rígida ortodoxa. Jesús testifica que Dios no es lo que el mundo o la sociedad creen que es, un ser supremo opresivo enojado. Para mostrar que Dios el Padre Celestial no es de los valores mundanos y las falsas expectativas, Jesús llevó a la cruz a los que lo aman, pero no lo aceptan. A su sombra, la gente comienza a aprender la respuesta a Su pregunta: "¿Quién dices que soy yo?"
La gente comienza a comprender que en el misterio del sufrimiento inocente soportado por el bien de los demás, nuestra humanidad caída puede vislumbrar la bondad amorosa y la presencia solidaria de un Dios compasivo y misericordioso que no nos ha abandonado, el pobre y humilde remanente de Su herencia. Para aquellos de nosotros bendecidos con tanta gracia e inmerecidamente con la salvación de Cristo, nuestra única respuesta digna a Dios y a Cristo es una fe viva y vivida.
Dios no quiere que tengamos una relación de Transacción sino de Transformación. Por lo tanto, los discípulos cristianos dinámicos son aquellos que (1) CREEN, (2) CRECEN, (3) SIRVEN, (4) AMAN y (5) LIDERAN a otros a Jesús. El tema de hoy nos invita a proclamar a Jesús como el Cristo largamente esperado, el Hijo del Dios vivo, nuestro Señor y a convertirnos en auténticos discípulos cristianos dinámicos.
¿Cómo podemos experimentar a Jesús y tener fe en Él, tomar nuestras cruces, aliviar el sufrimiento humano y seguirlo a El?
Deseando a todos una semana bendita en el Señor.