"La tomó de la mano y le dijo: “¡Talitá, kum!”, que significa: “¡Óyeme, niña, levántate!” La niña, que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a caminar. Todos se quedaron asombrados." (Marcos 5:41-42)
El tema de este Decimotercer Domingo del Tiempo Ordinario habla del don de la vida tanto física como espiritual que Dios nos ha dado, deseando que vivamos plenamente en salud corporal y espiritual, para compartir y experimentar la vida divina de Dios. Las lecturas nos instan y desafían a estar agradecidos por nuestra salud en cuerpo y alma y a usar los dones de vida y salud de Dios de manera responsable para la mayor gloria de Dios.
Algunos filósofos griegos antiguos tenían una visión pesimista de la vida humana porque habían visto el lado negativo o las luchas que la vida les presentaba y creían que la vida humana era barata o insignificante.
Incluso Qohelet, autor de Eclesiastés, miró la vida y decidió que "todas las cosas son vanidad" y consideró la muerte humana como "el polvo que vuelve a la tierra como antes, y el aliento de vida que vuelve a Dios que lo dio". Se pensaba que la muerte era el fin de la vida y la existencia después de la muerte era un asunto incómodo.
Sin embargo, bajo la iluminación de la gracia divina, comenzaron a surgir nuevas realizaciones sobre la vida después de la muerte que se reflejaron en las Sagradas Escrituras. Por ejemplo, el Libro de Daniel expresa la esperanza de una existencia continua y bendita después de la muerte. El libro de la Sabiduría afirma que "Dios formó a la humanidad para que fuera imperecedera", que es el propósito de nuestra salvación y redención, que Dios nos salva continuamente del efecto de los pecados y la muerte. Por lo tanto, el propósito y el valor de nuestra vida es conocer, amar y servir a Dios y a los demás, compartir la vida divina de Dios para siempre para glorificarlo.
Dios no quiere que tengamos una relación de Transacción sino de Transformación. Por tanto, ¿cómo podemos aceptar y promover el llamado de Dios a una vida sana y santa, continuando la misión de Cristo?
Deseando a todos una semana bendita en el Señor.